Promueve una filosofía de trabajo basada en el intercambio de conocimiento como fórmula de acceso a la innovación: el software de fuentes abiertas.
Su verdadera innovación es la plena accesibilidad del código. Software libre es cualquier programa que permite el libre uso, modificación, copia y redistribución de su código. Esta libertad y transparencia permiten que surja una amplísima comunidad que engloba a usuarios (particulares, empresas o administraciones) y programadores/desarrolladores, que comparten sus ideas y experiencias en torno al software, dotándolo de un dinamismo sencillamente inalcanzable en un software no libre.
Así pues, estamos ante un principio global que nos recuerda que la unión hace la fuerza: si los usuarios pueden leer, modificar y redistribuir el código fuente de un programa de forma gratuita y legal, éste va a evolucionar, a desarrollarse y a mejorar a una velocidad vertiginosa, sin depender de decisiones estratégicas de un fabricante, de sus recursos o de la posible rentabilidad futura de un determinado programa o desarrollo.
¿Por qué ceder un software que ha costado un gran esfuerzo desarrollar?
Por una parte, hay una corriente de pensamiento que opina que los mayores logros de la humanidad se han conseguido al compartir conocimientos. Pero además, bajo un prisma puramente empresarial, la libre distribución favorece su expansión, haciendo que un número potencialmente ilimitado de usuarios y programadores lo usen, analicen y mejoren, enriqueciéndolo según sus necesidades y su creatividad.
Todos, incluido el desarrollador original, tenemos un software mejor, más seguro y con más funcionalidad habiendo destinado menos recursos, tanto en su desarrollo y mejora como en su difusión.
Además, para el fabricante se abren nuevas posibilidades de negocio a partir de un software libre: servicios avanzados, formación, desarrollos a medida, etc.
Más del 80% del importe de las licencias del software comprado en España tiene como desarrolladoras a empresas no nacionales. Es un montante económico significativo con destino a terceros países, que además no genera valor ni riqueza, y es reflejo de nuestra dependencia de la tecnología exterior.
En el otro extremo, la adopción de tecnologías de software libre permite que empresas, autónomos, asociaciones y administraciones gasten menos en software y más en otras áreas que les hagan ser más competitivos y eficientes. Servicios derivados, como asistencia técnica, formación o desarrollos, son proporcionados por profesionales del entorno cercano del cliente, disminuyendo considerablemente el flujo monetario al exterior, de paso que se genera empleo, riqueza y oportunidades para la economía local. El software de fuentes abiertas es, por tanto, social, económica y tecnológicamente beneficioso para todos. Usuarios finales, estudiantes, emprendedores, empresas, administraciones públicas…, todos podemos entrar en el universo cada vez más amplio del software libre.
En la actualidad hay multitud de aplicaciones disponibles: herramientas complejas de gestión ERP, CRM y Business Intelligence, sistemas operativos para computadores y dispositivos móviles, plataformas e-commerce y de formación a distancia, gestores de correo, etc.