Gestión de la trazabilidad con ERP

El término trazabilidad, según la definición de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, alude a la ‘posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución, de un alimento, un pienso o un ingrediente’.

Es una herramienta de gestión del riesgo que permite que los diferentes agentes reciban y, en su caso, aporten información específica y exacta sobre los productos en cuestión.

Para lograr la trazabilidad, las empresas deben contar con un sistema que les permita identificar a sus proveedores inmediatos y a sus clientes inmediatos, excepto cuando éstos sean los consumidores finales (planteamiento “un paso atrás y un paso adelante”).

Las empresas deberán:

  • poner en práctica un sistema que les permita identificar al proveedor o proveedores y al cliente o clientes inmediatos de sus productos;
  • se establecerá un vínculo «proveedor-producto» (qué productos han sido suministrados por qué proveedores);
  • se establecerá un vínculo «cliente-producto» (qué productos han sido suministrados a qué clientes); sin embargo, los explotadores de empresas
    alimentarias no tienen que identificar a los clientes inmediatos cuando éstos sean consumidores finales.

Trazabilidad interna: aquella que hace referencia al rastro que deja el producto en los procesos de la compañía. (lotes, controles, operaciones, maquinaria, personal, etc.)

Trazabilidad hacia delante: output de productos y mecanismos de seguimiento desde las instalaciones propias hasta el cliente (lotes, caducidad, logística, etc).

Trazabilidad hacia atrás: input de productos, materias primas o semielaborados y control hasta nuestras instalaciones (proveedores, lotes, controles, fechas de entrega, caducidad).

La gestión de trazabilidad con ERP controla los lotes de una producción en cada uno de los estados del proceso, teniendo en cuenta los productos tanto hacia adelante como hacia atrás. Debe estar diseñada para cumplir con el reglamento 178/2002 de la Comisión Europea, que pretende controlar todas las etapas de producción, transformación y distribución de cualquier alimento que se comercialice.

Las ventajas de usar las soluciones ERP a la hora de establecer la trazabilidad alimentaria se centran en la gran cantidad de información que pueden aportar, y que garantizan un control total de cada producto. Identificando cuándo se ha producido, quién y dónde, controles realizados, el origen de las materias primas, a qué clientes se ha enviado y cuándo, y en su caso fechas de caducidad. En definitiva una gestión completa del producto desde su origen hasta su destino.

Si me preguntan qué es un ERP

En resumen digo que un ERP es un sistema de gestión de información que automatiza las prácticas de negocio asociadas con los aspectos operativos y productivos de una organización.

Un ERP nos permite:

Optimizar los procesos empresariales.
Acceder a toda la información de gestión de la empresa.
Compartir información entre todos los componentes de la organización.
Eliminar datos y operaciones innecesarias. Evitar duplicidad de tareas.

Se caracteriza por estar compuesto por diferentes módulos y abarcar múltiples áreas de la empresa: finanzas, compras, logística, marketing, producción, etc.

Es escalable, lo que permite añadir funcionalidad y usuarios conforme al incremento de necesidades de gestión de la organización.

El ERP integra todos los datos que proceden de las distintas áreas de actividad de la organización y ofrece aplicaciones específicas para gestionar cada una de dichas áreas.

El DATO ÚNICO es la base de funcionamiento del ERP, toda la información se introduce una sola vez en el sistema y esa información se transmite hacia los distintos departamentos: un presupuesto de venta se convierte en pedido, este en orden de fabricación que a su vez genera consumos, y productos nuevos que implican cambios de stocks, creándose movimientos de entrada, internos o de salida de mercancías, que implican la creación de facturas tanto de venta como de compra, sus pagos y su reflejo en contabilidad, y todo esto podremos, cuando se necesario, ampliarlo hacia RRHH, calidad, presentación de impuestos, planificación de producción, etc, de ahí la importancia de la escalabilidad.

Los datos se introducen sólo una vez,

se modifican únicamente si hay cambios durante el proceso,

y por último se validan,

Un ERP no es una colección dispersa de aplicaciones, la gran ventaja de un ERP es que todas las áreas y toda la información se interrelacionan de forma que obtenemos una visión global de la organización que optimiza su gestión. Una única herramienta que comparten todos los departamentos de la organización.

Esta operativa nos permite mantener todo el control de la información y esto se consigue por la llamada INTEGRIDAD RELACIONAL, ello implica que el usuario debe entender que opera con la misma información que “fluye” entre diferentes departamentos.

Por tanto, la forma de operar varia con respecto a aplicaciones aisladas, cada departamento, cada persona ya no es una isla de información y eso es en esencia positivo, pero no se pueden, el sistema no lo permitirá, realizar modificaciones de datos que conlleven la ruptura de dicha INTEGRIDAD RELACIONAL, otra cuestión es que ciertas acciones y con los pasos adecuados se puedan deshacer para subsanar errores o realizar cambios.

Ni se puede, ni se debe mantener la forma de operar anterior a la implantación de un ERP, toda implantación requiere de un análisis de procesos que en ocasiones supone la reingeniería de los mismos, queremos mejorar sino para qué el cambio.